Eran como las dos de la tarde, yo preparaba la comida, cuando alguien entra a la casa, tumbando la puerta, me quedo paralizada, pero corro hasta el cuarto donde se encontraban mis hijos, al verlos en la cuna jugando, siento un alivio, pero alguien me vio, persiguiéndome hasta el cuarto.
Era un hombre vestido de negro, no podía ver su cara, ya que estaba tapada, apunto la pistola a mis bebes, yo me interpuse.
A ellos no – dije con enojo – Sí quieres matar, hazlo conmigo – una lágrima escapo de mis ojos
Me tomo del brazo con salvajismo, aventándome a la pared, estaba de espaldas pegada a la pared, sintiendo como mi corazón se paría en mil pedazos. Aquel hombre grito algo que no pude entender, otro hombre me tomo, llevándome lejos de ahí, yo gritaba no quería dejar a mis hijos. Uno de ellos me tomo aventándome, haciendo que sangrara un poco.
Apretó el gatillo, sentí como la bala traspaso mi cuerpo, dejándome sin respiración, mi vista se nublo, caí en el piso, sangrando, pensando en Bill y en mis adorados bebes Liam y Alexis.
Los niños lloraban, Bill y Tom entraron a la casa, con más hombres, matando a los que quedaban, Bill se acerco a mí, llorando pidiendo que no lo dejara.
Te amo – me repetí una y otra vez
Mi garganta no pronunciaba ningún sonido, sentía seca mi boca. Como pude acaricie su bello rostro. Lágrimas se acumulaban en mis ojos.
Yo… También… Te amo – dije en un hilo de voz – Cuídalos
No – grito – Tú tienes que vivir – acomodo su cabeza en mi pecho
Mi mano acariciaba su sedoso cabello, con la otra me arranque mi collar, me lo había obsequiado mi abuelo, era la Santísima Virgen María, yo sabía que el no era católico ni nada de eso, pero quería que lo conservara. Con mis pocos esfuerzos se lo di.
Te amo – dije por última vez
Cerré mis ojos, Bill rompió en llanto, me cargo, meciéndome volviéndose un poco loco.
Así fue mi vida, mi nombre es (Tú nombre completo) Tenía 17 años, mis hijos se llamaban Alexis y Liam, mi bello amado era Bill Kaulitz, el cual me hizo sufrir, pero al final todo se arreglo… Bueno no del todo.
Mis hijos aun preguntan por mí, cada vez más grandes, fuertes y hermosos, Bill no volvió a tener ninguna relación, lo cual me dolió yo quería que el fuera feliz.
Pero estoy esperando hasta que sea su turno, para volver a estar juntos.
Escrita por Famke~
Bill Kaulitz.