Sie glauben an einer glücklichen Ende ~Capítulo #20~

Un día asoleado como ninguno otro, una bella mujer llamada Daniela Lee, ella iba directo a su clase de literatura, pero un momento… Unos ojos ven fijamente a Daniela, ¿pero quien podría ser?

Ella no le hizo caso, siguió caminando a su clase, cuando alguien la toma de la cintura apegando su cuerpo ante ese misterioso hombre.

     - ¡Déjeme! – grito

El sonrió con malicia, agarrando un algodón con alcohol, pasándolo por su fina nariz, ella cayó desmayada en los brazos de el, haciendo que la tomara, aproximándose a aquel lujoso auto.

Danny despertó en un horrible cuarto, ella comenzó a llorar, pellizcándose su cuerpo, para verificar si esto era un terrible sueño, ella negaba con la cabeza, golpeando la pared con sus delicadas manos; la puerta se abrió de un golpe duro.

Horrorizada, se tapo su cara, aquel chico se incoó enfrente de ella, haciendo que esta sintiera su aliento, levanto la mirada, viéndolo a los ojos, el sonrió. Ella abrió la boca para hablar, pero el la calló.

    - No hables – susurro

   - ¿Quién eres? – pregunto con la voz quebrada

Se quedo pensando un poco.

    - Soy… Bill – dijo con voz tenue

    - ¿Bill? – preguntó

    - Sí – respondió con firmeza

Aquel chico era guapo hay que admitir, su cara ovalada, con un color pálido en ella, su cabello negro, con trenzas en él, una ropa no muy común.

  

    - Y ¿Tú bella doncella? – cogió su delicada y pequeña mano

   - Daniela – quito su mano de la de el

   - Entiendo – se levanto – Ahí hay ropa para que te cambies, mañana vendré por ti – le guiño un ojo

No aguanto más, se mordió su labio inferior, deteniendo aquel llanto, Danny grito con dolor, echándose a llorar, pidiendo ayuda la cual era en vano.

Ella se incoó, juntando sus manos y comenzando a rezar, ella era muy creyente, rezaba y   lloraba al mismo tiempo, hasta que sus ojos hinchados y rojos no producían más lágrimas, fue cuando ella cayó agotada con un dolor de cabeza.

Se acomodo en el piso, cayendo completamente dormida, pero su siesta fue solo de dos horas, ya que “Bill” entro con una bandeja de comida, al verla le produjo ternura, dejo la bandeja, para acercarse a ella.

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Bueno decidí hacer eso de Danny y Tom desde el principio. Espero y les guste. Una disculpa por tardarme, ya que aun no salgo de clases pff. Y mi computadora sin Internet, ahorita estoy en la de mi hermano ¬¬' Bueno Gracias :D