Abrazaba mis piernas, las cuales estaban pegadas a mi pecho, lágrimas recorrían sin cesar por mi cara. Mi cuerpo temblaba, pensaba en mis hermanos, en mis padres… ¿Cómo estarían en ese momento?
Me cuestionaba muchas veces, buscando la salida; pero me di cuenta de que no la había, apenas y había luz en ese maldito cuarto.
Un hombre entro a la habitación, tomándome del brazo, llevándome a otro cuarto, me aventó ahí, y me volvió a encerrar. No aguantaba más eso, apenas tenía un día ahí y parecía que tenía 1 año….
Estaba acostada en la cama, cuando veo a alguien entrar… Y era Bill. No hice nada para moverme, pero él me abrazo por detrás.
- Lo siento tanto – sonaba triste
No respondía.
- Te quiero mucho princesita – me dejo de abrazarme
Se levanto un poco de la cama, ahora quedando enfrente mío, yo cerré mis ojos para no verlo, acariciaba mi mejilla con dulzura. Dándome un tierno beso…
Abrí mis ojos con sorpresa el me miraba con ternura. Me volvió a besar.
- ¡No! – lo aleje
Solo era una niña y ya quería tener sexo conmigo.
- Lo siento – agacho la cabeza – Te sacare de aquí – beso mi mano
Giro la manecilla y salió de mi cuarto. Fue tan extraño todo, sus besos eran muy lindo y calurosos, aun sentía sus labios sobre los míos. Pero eso no me quitaba la tristeza que tenía en ese momento, me sentía bacía.
Temía por lo que ellos me pudieran hacer…
Suponía que era de noche, ya que la pequeña ventana que estaba ahí, iluminaba un poco el cuarto, con la bella luz de la luna.
Me acerque a esta, viendo el cielo, repleto de estrellas, cerré los ojos un momento, pensando en mi familia. En querer regresar a mi casa. Pero sabía que era imposible, que no se me cumpliría.
~*~
No hay comentarios:
Publicar un comentario